Este pequeño pueblo, en las faldas de la Sierra de Sevil y a los pies de una roca llamada "O Peñón", se divide en dos barrios.
Las diferentes calles ascienden hacia la plaza y la iglesia. Son característicos los numerosos pasos volados sobre la calle, ofreciendo un aspecto medieval y defensivo, al mismo tiempo que sugerente. Muchas de las casas cuentan con escudos heráldicos que nos hablan del pasado noble de sus propietarios.
La iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de Bastarillas, fue construida a la moda del último gótico, en el siglo XVII (año 1626). La nave única de tres tramos, se cubrió con elásticas bóvedas de crucería cuyos nervios describen motivos en forma de estrella.
Junto a las Bodegas Monclús se encuentra la "Carrasca de Cazcarra", una hermosa encina centenaria bajo cuyas ramas se han celebrado fiestas, bailes y banquetes.
Además de sus vinos con Denominación de Origen, los sabrosos quesos de leche de cabra que se elaboran de forma tradicional en Radiquero, han hecho famosa esta pequeña localidad.
Radiquero es punto de partida para visitar el pueblo de San Pelegrín, en la ruta que nos lleva hasta el Mesón de Sevil y enlaza con la antigua cabañera que unía Mequinenza, en la Tierra Baja, con el valle pirenaico de Broto.
Celebra sus fiestas en honor de San Roque para el 16 de agosto, y cada 23 de abril va en romería a la Virgen de Viña. La Noche de las Ánimas, como en otros pueblos del Somontano, se hacen calaveras de las calabazas que se colocan en las ventanas con una vela encendida en su interior.